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Los sistemas de salud europeos dependen cada vez más de profesionales formados en el extranjero

Según el informe Health at a Glance: Europe 2024, los países de la Unión Europea están recurriendo crecientemente a médicos y enfermeros formados en terceros países para cubrir esta brecha, lo que plantea nuevos desafíos en términos de equidad y sostenibilidad

Ilustración de multiples profesionales de la salud

La escasez de personal sanitario se ha convertido en una de las principales amenazas para los sistemas de salud europeos. Según alerta el informe Health at a Glance: Europe 2024, publicado por la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más de un tercio de los médicos en ejercicio en la Unión Europea (UE) se jubilarán en los próximos años, una realidad que empuja a los países a buscar soluciones rápidas y eficaces ante el déficit estructural de profesionales sanitarios1.

Una de las estrategias más utilizadas en los últimos años ha sido el reclutamiento activo de médicos y enfermeros formados en el extranjero. Entre 2019 y 2022, el número de médicos formados fuera del país y contratados en Europa creció un 17%, pasando de 28.000 a 33.000. En 2023, esta tendencia se intensificó aún más. El flujo de médicos internacionales aumentó un 40% respecto a 2022 en 11 de los 12 países europeos que proporcionaron datos actualizados1.

El aumento en la contratación de enfermeros ha sido aún más destacado. Entre 2019 y 2022, el número de incorporaciones desde el extranjero subió un 72%, de 26.000 a 45.000 profesionales. Esta situación es especialmente notable en países como Irlanda, donde más del 50% de los enfermeros en activo en 2023 habían sido formados en el extranjero, o Suiza y Reino Unido, con porcentajes que alcanzan el 25%1.

Noruega, Irlanda y Suiza ya superan el 40% de médicos formados en el extranjero entre su plantilla total, una cifra que evidencia la fuerte1 dependencia de algunos sistemas sanitarios respecto al talento internacional. En el caso noruego, cerca de la mitad de estos médicos son nacionales que cursaron sus estudios fuera del país. En Irlanda, el patrón se repite con los enfermeros. Las salidas masivas hacia otros países de habla inglesa han empujado a las autoridades sanitarias a buscar enfermeros, principalmente en India y Filipinas1.

¿Solución o parche?

A pesar de que esta política de contratación internacional ofrece una solución rápida y efectiva a corto plazo, los expertos advierten de sus efectos. Los países emisores de personal sanitario sufren pérdidas estructurales de capital humano que podrían agravar aún más sus propias crisis sanitarias. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que el Código Mundial de Prácticas sobre el Reclutamiento Internacional de Personal de Salud, aprobado en 2010, establece principios éticos para el reclutamiento internacional y desalienta el reclutamiento activo en países con escasez crítica de personal sanitario2.

Además, la composición del personal sanitario reclutado varía considerablemente según el país de destino. En el Reino Unido, por ejemplo, un tercio de los médicos internacionales proceden de India y Pakistán, mientras que otro 20% llega desde Nigeria, Egipto y Sudán. En Suiza, sin embargo, el 93% de los médicos y el 98% de los enfermeros formados en el extranjero proceden de países de la UE, principalmente Alemania, Francia e Italia1.

En Alemania, la situación es más equilibrada. Aunque los flujos registrados provienen sobre todo de países de la UE como Rumanía, Austria y Grecia, la proporción acumulativa revela que el 60% de los médicos formados en el extranjero tienen origen extranjero. En cuanto a los enfermeros, Filipinas y los Balcanes (Bosnia-Herzegovina, Serbia, Albania) son las principales regiones de procedencia1.

La OCDE subraya que estos flujos no son unidireccionales. Muchos médicos y enfermeros formados en países europeos también migran hacia otros destinos en busca de mejores condiciones. Es el caso de Irlanda y el Reino Unido, que ven cómo parte de su talento sanitario emigra hacia países como Australia, Estados Unidos, Canadá o Nueva Zelanda. Alemania, por su parte, pierde parte de su personal sanitario a favor de Suiza, atraídos por salarios más competitivos y menor presión asistencial1.

Respuesta estructural: formación, retención y planificación sanitaria

El informe concluye que las soluciones estructurales deben pasar por la mejora de las condiciones laborales, el incremento de plazas de formación sanitaria y políticas activas de retención del talento. Apostar exclusivamente por el reclutamiento externo no garantiza la sostenibilidad a largo plazo y puede profundizar las desigualdades globales en acceso a atención sanitaria cualificada.

En este contexto, la planificación sanitaria a largo plazo y el compromiso político serán esenciales para evitar que la crisis de personal se convierta en una emergencia crónica que comprometa la calidad y la equidad de los servicios sanitarios europeos.


Fuentes:

1 OCDE. Health at a Glance: Europe 2024. Capítulo 1.6.4: Movilidad internacional del personal sanitario. 2024: https://www.oecd.org/en/topics/health.html

2 OMS. Código Mundial de Prácticas sobre el Reclutamiento Internacional de Personal de Salud. 21 de mayo 2010: https://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/wha63/a63_r16-sp.pdf

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