Audiolibro | Pensamiento Creativo en el Ámbito Sanitario
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Entidades nacionales e internacionales, en base a la evidencia científica disponible, proponen una nueva definición de la obesidad con criterios diagnósticos claros con el fin de adoptar estrategias óptimas para su manejo
Durante los últimos años se ha generado un amplio debate en torno a la obesidad. Aunque la Organización Mundial de la Salud la define como enfermedad desde 19481 y varias sociedades científicas han seguido esta estela, recientemente varios expertos planteaban la duda acerca de si su definición como enfermedad era adecuada. Alegaban que, considerarla como patología, podría llevar a un sobrediagnóstico, con implicaciones a nivel social y económico, generando costes a nivel de tratamientos y aumentando las solicitudes de discapacidad por esta condición. Por ello, en 2022, la revista The Lancet publicaba que se constituía un grupo formado por expertos en la materia para tratar de llegar a un consenso2.
El artículo que resultó de las reuniones de este grupo buscó definir la obesidad clínica como una condición patológica similar al concepto de enfermedad crónica que se sigue en otras especialidades. La comisión definió la obesidad como una condición caracterizada por un exceso de adiposidad con o sin distribución o función anormal del tejido adiposo y con causas multifactoriales, las cuales todavía no se conocen completamente. La Guía GIRO para el manejo de esta condición, impulsada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad y en cuya elaboración se ha contado con 35 sociedades científicas y 12 asociaciones de pacientes, aboga por pasar del concepto de ‘obesidad’ a ‘obesidades’; además, recoge la propuesta de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) de denominarla Enfermedad Crónica Basada en la Adiposidad para remarcar sus efectos metabólicos y el impacto en la salud a varios niveles3.
Asimismo, la comisión de The Lancet indicó que debe considerarse como una enfermedad sistémica crónica caracterizada por alteraciones en la función de tejidos, órganos o una combinación de estos, que puede llegar a provocar daño grave en los órganos diana. Siguiendo este hilo, los autores remarcan que si este daño se mantiene en el tiempo puede suponer un riesgo grave, aumentando la posibilidad de desarrollar condiciones asociadas y poniendo en peligro la vida de las personas con obesidad.
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Así, en febrero de 2025 este grupo publicaba las conclusiones a las que habían llegado. Los expertos partieron de la base de que las personas con obesidad no pueden englobarse en un solo grupo, sino que hay diferentes perfiles con características a tener en cuenta. También, otro de los puntos de consenso desde el principio fue que el índice de masa corporal (IMC) quedaba obsoleto como medida estándar para determinar si una persona padece obesidad, ya que las medidas actuales de obesidad basadas en el IMC pueden subestimar o sobreestimar la obesidad de los pacientes, proporcionando información inadecuada. No obstante, subrayaron que los nuevos métodos debían ser también fácilmente valorables4, 5.
Por ello, se estableció que el diagnóstico de obesidad requiere que se cumpla al menos uno de estos criterios principales: evidencia de una función reducida de órganos y tejidos o limitaciones sustanciales ajustadas por edad de las actividades diarias por el efecto de la obesidad, como pueden ser bañarse, vestirse o comer. Además, el exceso de adiposidad debe confirmarse mediante la medición directa de la grasa corporal si es posible y, si no, con otro criterio antropométrico como la medición del perímetro de la cintura, el índice cintura-cadera o el índice cintura-talla3.
En este sentido, se determinó que para la reformulación del concepto y abordaje de la obesidad era de suma importancia actualizar los datos epidemiológicos en cuanto a prevalencia. Aquí, se expuso que los registros estaban limitados por el uso de datos históricos incompletos y, precisamente, contar con unos criterios clínicos claros para el diagnósticos contribuiría a completarlos. Dentro de estos registros, los expertos acordaron que existe un amplio margen para la estratificación, teniendo en cuenta la presentación clínica o la fisiopatología, entre otros2.
Tanto el contenido elaborado por la comisión de The Lancet como la Guía GIRO coinciden en que esta redefinición de la obesidad puede ser de utilidad a varios niveles.
Primeramente, al establecer unos criterios diagnósticos claros, se espera que esto ayude a impulsar el tratamiento de los pacientes. También, una definición acotada acabaría con las dudas de sobrediagnóstico y el impacto socioeconómico que esto podría conllevar. Por otra parte, desde The Lancet indican que este replanteamiento debería ser útil para plantear estrategias de salud pública apropiadas, priorizando la prevención al tratamiento y contribuyendo a superar conceptos erróneos que ayuden a acabar con los sesgos y el estigma basado en el peso4.
Desde la SEEDO remarcan que esta redefinición puede ayudar además a mejorar el conocimiento biológico y la comprensión de la enfermedad, cimentando las bases para adoptar un enfoque integral de la enfermedad que empiece desde la atención primaria y comunitaria, y continue su recorrido hasta las Unidades de Obesidad.
Para concluir, desde la entidad española esperan que este cambio de paradigma contribuya también a que se tengan en cuenta todas las esferas del paciente con obesidad, incluyendo desde una promoción de cambios en el estilo de vida hasta la integración de la atención psicológica para garantizar un abordaje exitoso de estos casos2.
Fuentes:
1 Monereo Megías, S et al: Calidad de vida relacionada con la salud y obesidad. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-calidad-vida-relacionada-con-salud-9367
2 Rubino, Francesco et al (The Lancet): Comisión de Diabetes y Endocrinología de The Lancet sobre la Definición y el Diagnóstico de la Obesidad Clínica. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(23)00058-X/fulltext
3 Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO): Guía española del manejo Integral y multidisciplinar de la Obesidad en personas adultas (GIRO). Versión 2.0 Noviembre 2024. Disponible en: https://www.seedo.es/images/site/giro/GUIA-GIRO-2a-edicin_26NOV2024.pdf
4 The Lancet Diabetes & Endocrinology: Redefiniendo la obesidad: avanzando en la atención para una vida mejor. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(25)00004-X/fulltext
5 Rubino, Francesco et al (The Lancet): Definición y criterios diagnósticos de la obesidad clínica. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/landia/article/PIIS2213-8587(24)00316-4/fulltext