Nuevos hallazgos evidencian que el párkinson podría predecirse siete años antes
El nuevo diagnóstico se realiza a través de una prueba de sangre, empleando una inteligencia artificial, y su efectividad es del 100 %. ¡No se pierda ningún detalle!
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
KEYTRUDA® en combinación con carboplatino y paclitaxel o nab-paclitaxel, está indicado para el tratamiento de primera línea del cáncer de pulmón no microcítico escamoso metastásico en adultos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
KEYTRUDA® en combinación con pemetrexed y quimioterapia basada en platino, para el tratamiento en 1ª línea en CPNMm no escamoso en adultos cuyos tumores no tengan mutaciones tumorales positivas para E […]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
El Dr. Delvys Rodriguez Abreu, nos habla sobre evidencia del estudio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
Martin Reck, Delvys Rodríguez-Abreu, Andrew G. Robinson et al. J Clin Oncol. 2021 Jul 20;39(21):2339-2349.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha recientemente la Smart AI Resource Assistant for Health (Sarah)1, un avatar que aspira a convertirse en una fuente de información médica alternativa a los buscadores habituales. Sarah es el prototipo de una promotora de salud digital disponible los siete días de la semana durante lasa cualquier hora, aceptando consultas a través de vídeo o texto en ocho idiomas, entre los que se incluye el español.
Este proyecto, que se testó durante la pandemia bajo el nombre “Florence”, ha ayudado a combatir la información errónea sobre la COVID-19 y ahora resuelve dudas sobre los principales temas de salud, incluida la mental. Además, ofrece consejos para prevenir algunas de las causas de muerte más comunes en el mundo como el cáncer, las cardiopatías, las enfermedades pulmonares y la diabetes. La plataforma facilita también recomendaciones de autocuidado para reducir el estrés, comer bien, dejar de fumar y hasta mejorar la seguridad en las carreteras, pero no está diseñada para proporcionar consejos médicos, ya que siempre insta a los usuarios a acudir a los especialistas.
En este sentido, en la web de la OMS aparecen advertencias como “es posible que las respuestas no siempre sean exactas, ya que se basan en patrones y probabilidades fundamentados en los datos disponibles”. Asimismo, informa de que “la OMS no se hace responsable del contenido de las conversaciones creadas por inteligencia artificial generativa”, ya que “no representa ni comprende nuestras opiniones y creencias”.
Cabe destacar que la plataforma se encuentra en desarrollo, ya que aún tiene que implementarse la opción de proporcionar enlaces sobre datos médicos más concretos, entre otros. En la actualidad, sólo tiene la capacidad de ofrecer recomendaciones generales como, por ejemplo, un listado general de síntomas relacionados con determinadas dolencias y tampoco puede visualizar imágenes.
Para interactuar con este chatbot, solo es necesario pulsar en este enlace y hacer clic en el botón “Habla con Sarah”. A continuación, hay que conceder a la plataforma acceso al micrófono y a la cámara del ordenador o teléfono móvil.
Los responsables de la OMS han apuntado que es necesario contribuir a que los países aprovechen las tecnologías digitales vinculadas a la salud con información fidedigna y actualizada. Además, subrayan que, ante el incremento de la búsqueda de información en internet, Sarah puede ayudar también a mejorar el acceso a la información sanitaria de una manera más interactiva y equitativa. Además, la institución acoge con satisfacción el uso de esta nueva tecnología para realizar investigación ética con el fin de explorar sus posibles beneficios para la salud pública.
Fuentes:
1 Sarah, una asistente basada en la IA para cuestiones de salud (who.int)
KEYTRUDA® en monoterapia, para el tratamiento en 1ª línea en CPNMm en adultos cuyos tumores expresen PD-L1 con una TPS ≥50% sin mutaciones tumorales positivas para EGFR o ALK